Sobre la exigencia de no atrasarse (y algunas preguntas inquietas)

Estamos viviendo tiempos desafiantes, no es novedad. Tenemos la sensación de estar escribiendo la historia sin terminar de ser del todo sus artífices. Y ello en varios órdenes de nuestras desordenadas vidas. La escuela no escapa a este doblez.
De repente, las escuelas se han visto en la necesidad continuar de alguna manera y nosotros, padres y madres hemos devenido, de un día para el otro en guardavidas de tareas y actividades escolares. Al respecto, algunas reflexiones.

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