La canción pasea por las calles, no camina, vuela por el aire, ella es aire que roza la garganta, las paredes, las fachadas de las casas. Medio vagabunda, a veces, circula por paisajes diversos, callejones, plazuelas, laberintos, avenidas…. Aprendemos a ver un horizonte y a saber de inmensidades, a las vez que nos sumergimos en algún recoveco del alma donde guardamos recuerdos ya reprimidos.

La canción toca a tu puerta, llama. Invoca.