“Se sacude, pero no se hunde”*
“Se sacude, pero no se hunde”, frase usada por Freud en su correspondencia con Fliess para describir su propio estado mental, sirve como inspiración para crear una suerte de alegoría marina de la constitución subjetiva. Se presenta el surgimiento de el niño de la barca, así como algunas notas para la clínica psicoanalítica con niños.
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