Teatro y públicos
No todo lo que se presenta en un escenario merece el calificativo de teatral. ¿Quien lo determina? En parte el público, porque este aún cree que el valor de una entrada al teatro, corresponde necesariamente al valor del producto que va a recibir. Cierto público acepta pasivamente disfrutar de lo que ve en escena, por la comparación de valores que pagó en teleticket. Si pagó noventa soles, por ejemplo, por su entrada al teatro, le debe gustar esa obra a la fuerza. Y es probable que ese mismo tipo de público no asista a una sala teatral de barrio donde por pagar poco y no conocer a ningún actor, no califique ese espectáculo como valioso. ¿A qué se debe esa credulidad, sin ninguna ponderación respecto a lo que sus ojos reciben? ¿Tal vez a que su gusto y su pensamiento fueron educados a la estandarización y al conformismo?
Entrar